martes, 15 de diciembre de 2009

El Final Inexistente

Una noche de verano, se produjo el robo de una tienda en el centro de la ciudad. La alarma sonó estrepitosamente y la policía logró atrapar al ladrón. Era un hombre bajito, de unos cuarenta años, con el pelo canoso, unas cejas bastante pobladas; además de cejijunto y una enorme nariz. Por lo que no era muy difícil olvidarse de su cara. Le juzgaron y fue sentenciado a cumplir 35 años de cárcel en la prision de Carabanchel.
Cuando llegó allí, le asignaron la ropa, el cepillo de dientes y su celda; la 211. En ella se encontraba un preso, al que todos los demás encarcelados de aquella prisión temían y respetaban. Era un ex-boxeador que fue retirado de su trabajo, juzgado y posteriormente llevado a la cárcel, por matar a otro boxeador en un combate. Era muy alto, musculoso y muy agresivo. Tenía muy mal carácter y no le gustaban para nada tener que compartir celda con nadie.
En el momento en el que el ladrón entró en la celda, pudo observar la aterrorizadora mirada de su compañero de celda y se temió lo peor. Comenzó a hablar para intentar calmar los humos que habían aparecido nada más aparecer él.

- Me pido la litera de arriba- dijo el ladrón
- De eso ni hablar, túhas llegado más tarde así que tú irás donde yo quiera-contexto muy alterado el preso.
- De acuerdo- contestó. ¿Por qué te han metido aquí?
- Por matar a un tío en el ring y no hagas más preguntas si no quieres que te ocurra a tí lo mismo- le respondió.
El preso se quedó pensativo unos momentos y le dijo al ladrón:
- Mira te voy a dejar claro desde este mismo momento que no soporto para nada tener compañero de celda, así que si no quieres problemas conmigo, no te metas donde no te llaman y obedece siempre mis órdenes
El ladrón con un gesto de terror, asintió con la cabeza.

domingo, 13 de diciembre de 2009

Escribir a partir de un Final

De pronto me desperté, era de noche y hacía mucho frío. Aparecí en un lugar, que a primera vista, me resultaba muy familiar, como si ya hubiera estado antes allí. Aquel lugar en el que me encontraba, era un amplio descampado y a simple vista parecía estar muy alejado de la civilización; ya que no se oía ningún tipo de ruido, simplemente el sonido de los grillos.
Me intenté levantar, pero un gran dolor en el tobillo de la pierna derecha me lo impedía. Para ello, tuvo que apoyarme en unas rocas que estaban cerca de mí. Además, me dí cuenta de que tenía un fuerte golpe en la cabeza. Me dolía todo el cuerpo y estaba lleno de magulladuras.
Comencé a recordar, poco a poco, lo que me había sucedidio:
Recuerdo que volvía a mi casa por la noche, como todos los días, después de ir a baloncesto y que se me ocurrió atajar por una serie de calles oscuras para llegar antes.
En mi vuelta hacia casa por aquellos callejones oscuros, pude darme cuenta de que unos hombres, a los cuales desconocía, me estaban siguiendo. Al doblar la esquina y sin pensármelo dos veces comencé a correr y aquellos hombres los hicieron también tras de mí. Algo me golpeó y caí al suelo y... Sentí como el agua fría caía por mi cara. Acto seguido, abrí los ojos y pude observar dónde me encontraba. Era un pequeño cuarto oscuro y bastante sucio, y allí estaban, los dos hombres encapuchados. Estos cuando desperté, comezaron a interrogarme sobre algo de lo que nunca había oído hablar. Al no saber de lo que me hablaban, no contestaba, pero ellos me golpeaban para que les respondiera. Yo me intentaba resistir a los abusos de aquellos dos hombres, pero me resultaba bastante difícil, ya que estaba atado de pies y manos a una silla. Lo último que recuerdo es que me inyectaron alguna extraña sustancia con una jeringuilla en mi brazo izquierdo; y hasta hay es donde recuerdo y ahora estoy en este descampado, pero lo que no se es qué hago y cómo he llegado hasta aquí.

lunes, 7 de diciembre de 2009

No Me Gusta...

No me gusta tener que despertarme todas las mañanas temprano para ir al instituto, los lugares con poca ventilación, así como los lugares pequeños y fúnebres.
No me gusta escuchar a todas esas personas que se burlan e insultan a personas inocentes. Tampoco me gusta el gallo que me despierta cuando estoy en mi pueblo con ese ruido tan insiportable, el sonido de los grillos por la noche y los días de lluvia.
No me gustan las noches cortas, el heavy metal y las personas que se creen alguien importante sin serlo de verdad. Pero sobretodo, no me gustan para nada los días muy calurosos.

Me Gusta...

Me gusta salir con mis amigos en las tardes del sábado, cabtar en la ducha, ver fútbol del bueno con mis amigos los fines de semana, la pasta servida en un restaurante italiano y los primeros días del verano.
Me gusta pasarme horas y horas delante del ordenador; hablando con mis amigos, los libros de Laura Gallego, jugar al baloncesto cuando anochece, el amanecer en los últimos días de la primavera y las canciones de Bob Marley.
Además, me gusta cuando las hojas caen al suelo en otoño; para poder pisarlas y darlas patadas, la nieve; para hacer guerrillas entre mis amigos (jaja) y sobre todo, me gusta el frío del invierno.